A pocos días de haber cumplido 85 años, el cantor Osvaldo Peredo habló de todo en Fractura Expuesta Radio Tango. Una vida de trabajo y un sinfín de historias que viajan de Boedo a Colombia, que pasan del Fútbol al modelaje, y que retornan al Boliche de Roberto en los tempranos noventa, para transformarse en referente y puente de una nueva generación de artistas.

“Transmito lo que viví de aquellos fenómenos. Tuve la suerte que el tiempo me dio tiempo. Soy del 30, ya a mis 10 años el tango estaba en un período excelente, buenas composiciones, buenas orquestas, tango de la mañana a la noche. Hoy vivimos un buen momento, a pesar de ser una generación que sufrió el vacío, donde muchos aprendieron de las grabaciones”, reconoce el cantor.

«Al lado tuyo tenías leones que en una semana te daban un intensivo comparable con 5 años de perfeccionamiento».

Peredo cuenta que la década de oro era principalmente una época donde todos se superaban por el hecho de estar ahí: “Para los músicos, en mi época era más fácil. Estabas estudiando violín, piano o bandoneón y si andabas bien, te daban la posibilidad de entrar de cambio en una orquesta. Al lado tuyo tenías leones que en una semana te daban un intensivo comparable con 5 años de perfeccionamiento. Tenían tanto tango, para mí el tango no es música, es Tango, ese sabor”.

“El tango es la vida, por eso más que una exhibición musical, el tango es una exhibición espiritual. Es como el tango José Rótulo que dice ‘Yo también reí del tango triste […] y reí sin saber que mi dolor estaba reflejado en cada tango’. Ya vas a encontrar el tango que te toque a vos, porque se habla de las tragedias nuestras, hay tangos para todos”, sentencia el frontman de la Orquesta Típica Almagro.

Escuchá la entrevista completa en el siguiente podcast.

Foto: Festival de Tango Independiente