El cantor sanjuanino falleció esta mañana a los 91 años. Integró las orquestas de Miguel Caló, Carlos Di Sarli, Pedro Laurenz y Francini-Pontier. En paralelo, desarrolló una exitosa carrera en Colombia, Venezuela, Chile y Uruguay. Como solista, cantó con Leopoldo Federico, Roberto Grela, Luis Stazo y Jorge Dragone, entre otros.

En los últimos años, volvió a brillar en los escenarios junto con Ariel Ardit, Luis Filipelli, Julián Hermida, Juan Pablo Gallardo o Hernán “Cucuza” Castiello, y editó el disco “Alta Gama” junto con el trío de guitarras Las Bordonas.

En una recordada entrevista publicada en el diario La Nación, “Cucuza” Castiello le preguntó a Podestá cómo se forma un cantor. Podestá respondió: “Trabajando, viviéndola. La calle te enseña mucho. No hay nada que hacerle. La vida te la enseña la calle. Te enseña a andar como la gente, te enseña a andar mal o en la droga, vos agarrás la que quieras. Pero la calle te enseña todo. Y a cantar te lo enseña Gardel. Es el único tipo que te puede enseñar”.

Antes de un concierto junto a Lágrima Ríos, en 2005, sintetizó en una declaración para el diario La Razón, el idilio de las nuevas generaciones con su figura: «Estoy en una nube. Los cantores pibes me hablan, me tocan, me piden consejos; Gustavo Santaolalla, me hace grabar para ‘Café de los Maestros’; en octubre voy a empezar a filmar como protagonista la película ‘El cantor de tango’, con dirección de Eduardo Calcagno. Yo vi cantar a Gardel a los 9 años y me cambió la vida. Después estuve en las mejores orquestas. Viajé por todo el mundo. Pero estas caricias, nunca».

Los restos serán velados a partir de las 18 y hasta la medianoche, en Lavalleja 1554. Mañana a las 10, será trasladado al Jardín de Paz de Hudson, donde descansan los restos de Elsa Camlimani, su esposa.