Ni en el fotolog, ni en las conversaciones informales previas, ni siquiera en la última gacetilla donde anunciaban el que ahora será el último concierto de Cerda Negra se podía vislumbrar este abrupto final. Sin embargo, un mail y la posterior confirmación con allegados a la orquesta ratifican el fin de una de las típicas con más futuro de la escena local.
El mail que no está firmado por ningún integrante de la orquesta en particular, explica que por “motivos ineludibles que superan nuestro espíritu grupal e individual, la orquesta Cerda Negra se separa, nos separamos. Esta es una decisión que nos llena de tristeza, sin excepción, y significa un cambio de envergadura en la vida de cada uno de nosotros”. El correo cierra con la convocatoria para el sábado 7 de junio, aunque recalca a los seguidores que es necesario confirmar la asistencia ya que todavía no está garantizado que último concierto se realice. El show sería en Crucecita Oeste, San Martín 1710, en Avellaneda.
Lo que todavía no está oficialmente aclarado es si se trata del alejamiento del pianista y director, Agustín Guerrero, ya sea por agotamiento o el simple final de una etapa, tal vez acompañado por la salida de algún otro integrante más de la orquesta, o directamente la fragmentación completa de la típica. En las sucesivas horas aparecerán las respuestas.
La Orquesta Cerda Negra surgió en el año 2003, con el nombre de Orquesta Típica Plaza Defensa. Fueron el fruto de un proyecto de enseñanza dirigido por el director de Astillero, el pianista Julián Peralta que ensayaba y tocaba todos los domingos en el centro cultural homónimo de San Telmo. Luego, Peralta se abrió y entonces, la orquesta se rebautizó como Cerda Negra.
En 2005 entraron por la ventana al Festival de Tango Joven que se realizó en el Palais de Glacé. Sin estar anunciados en la grilla oficial, subieron repentinamente para tocar dos o tres temas y descollaron. A partir de allí la orquesta fue en constante crecimiento y posicionándose como una de las orquestas con más proyección, no solo por la edad de sus integrantes sino por la calidad técnica, y el “nirvanesco” espíritu adolescente que transmitían, llevando los instrumentos al límite de su performance.
En 2006 viajaron a Alemania para representar a Argentina en un encuentro internacional organizado por UNICEF en el marco del Mundial de Fútbol, y finalmente en 2007, después de ser una de las atracciones de los Orquestazos que organizó la Unión de Orquestas Típicas, fueron convocados para cerrar la milonga al aire libre del Festival de Tango de Buenos Aires.
Sin embargo, en el 2006 viajaron a Alemania para representar a Argentina en un encuentro internacional organizado por UNICEF en el marco del Mundial de Fútbol, y finalmente en 2007, después de ser una de las atracciones de los Orquestazos que organizó la Unión de Orquestas Típicas, fueron convocados para cerrar la milonga al aire libre del IX Festival de Tango de Buenos Aires.
En el último año y medio se sucedieron cambios fuertes en la formación y consecuentemente en el estilo. Primero y para ganar mayor sonoridad se incorporó un segundo violoncello, a cargo de Ariel Hagman. Pero después, se produjo el alejamiento de la cantante Jimena Ramirez, ahijada artística del Tata Cedrón. Luego se fue el bandoneonista Nicolás Tognola, y por último, en el concierto de presentación del disco en el Lola Membrives, el retiro anunciado de Joaquín Chiban, el excelente primer violín.
”Quiebre”, el único trabajo discográfico, fue editado en diciembre de 2007 bajo la tutoría artística de Ricardo Hagman con el patrocinio de la Universidad Maimónides. En el último tiempo, la orquesta había apostado a una búsqueda más académica, con técnicas de improvisación, profundizando el desarrollo instrumental, un viaje que de alguna manera no continuaba con la línea que venían desarrollando con relativo éxito desde la génesis: plasmar la furia, la vorágine adolescente, con versiones intensamente memorables de “A Fuego Lento”, “Libertango”, o "Malambo" de Alberto Ginastera, y novedosas composiciones en el misma estilo como “El Flaco” o “La Bronca del Pueblo” de su director y pianista Agustín Guerrero. Una aplanadora de tango que hizo saltar la alarma del Museo Fernández Blanco. Una aplanadora diseñada y ejecutada por pibes de, en promedio 21 años, que lamentablemente desde el próximo sábado pasarán a la historia. |