Y vuelve el Carnaval a Buenos Aires. Pero ahora gozando de una legitimidad impensada hace tan solo un año. Es que a la restitución de su feriado -que este año será el 7 y 8 de marzo-, se sumó la inédita visibilidad que tuvo la murga porteña en los festejos del Bicentenario, cuando en el desfile de cierre les tocó, ni más ni menos que a las murgas, simbolizar el retorno de la democracia. Una acumulación de poder simbólico que, de seguro, ayudará a contrarrestar la intolerancia de ciertos sectores de la sociedad no habituados a la participación en una fiesta popular.

Los Viciosos de Almagro, Los Reyes del Movimiento de Saavedra, Los Cometas de Boedo, Los Fantoches de Villa Urquiza, Los Auténticos Rayados de Lugano, La Gloriosa de Boedo, Atrevidos por Costumbre de Palermo, Los Chiflados de Boedo y Calaveras de Constitución, son solo algunas de las murgas que desfilarán por los diversos corsos.

Pero también desfilarán agrupaciones que no se ajustan exactamente al formato murguero. Algunas de ellas son Los Habitués, un coro de repertorio tanguero y algunas reminiscencias de la murga uruguaya pero acompañado de bombo con platillo; Garufa de Constitución, una agrupación que mezcla el teatro con la murga porteña; o Los Linyeras de La Boca, formación humorística-musical que retoma la tradición coral de ese barrio.

Más allá de participar en los desfiles de los distintos barrios, las agrupaciones competirán para asegurar su presencia en los próximos carnavales. Esto será en los corsos evaluadores de Almagro, Caballito, Flores y Villa Pueyrredón, buenos escenarios para presenciar los mejores despliegues de las murgas.

También habrá presentaciones murgueras en el Anfiteatro “Eva Perón” del Parque Centenario, los viernes 11, 18 y 25 de febrero y el viernes 4 de marzo.

Fuera del circuito oficial, también habrá otras propuestas en algunos escenarios, como la de Ariel Prat, cultor del “tango milonga de corte murguero”, que todos los miércoles de febrero hará presentaciones en el Torquato Tasso acompañado en cada ocasión por diferentes agrupaciones de carnaval.

O el ciclo de presentaciones murgueras organizado por Los Descarrilados en el playón de “El Tambo” de Parque Avellaneda, que se llevará a cabo los viernes 11, 18 y 25 de febrero y el viernes 4 de marzo por la noche, donde alternarán distintas agrupaciones del carnaval.

Por fuera de la General Paz, donde los festejos del Dios Momo no están amparados por el Estado, la situación es más incierta, variando en cada municipio. Así, si en algunos partidos del conurbano los festejos se pueden llegar a realizar sin problemas -tan solo porque el Estado no interviene ni a favor ni en contra- en otros, la injerencia estatal puede ser solo para dificultar -o directamente impedir - la realización de los corsos. Es lo que les viene sucediendo a Los Pegotes de Florida, un centro murga fundado en 1924 que desde hace años no deja de sufrir el acoso del gobierno de esa localidad de Vicente López, dificultándoles ensayos y presentaciones. Una situación contradictoria y absurda, separada tan solo por una avenida o el Riachuelo, en lo que en realidad ya hace rato es una enorme y única gran ciudad.