Elegancia, musicalidad, variantes, sorpresa, circulación. Aunque en diferentes magnitudes, esas virtudes caracterizaron a todos los finalistas del 7º campeonato de Baile de la Ciudad. La competencia, organizada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, tuvo su definición el sábado pasado en el Teatro del Colegio San José, un imponente recinto que forma parte de un edificio histórico en el barrio porteño de Balvanera.
Por la cantidad y calidad, el Campeonato de Baile de la Ciudad (conocido hasta 2008 como Metropolitano) es por lejos el más trascendente de los clasificatorios para el Mundial que se realiza en agosto, también en Buenos Aires. De hecho, el año pasado los campeones metropolitanos, Cristina Sosa y Daniel Nacucchio fueron tres meses después los campeones mundiales. La gran novedad de este año fue la incorporación de la categoría Vals a las ya existentes de Tango y Milonga. Como a su vez la categoría Tango contempla dos categorías por edades, este año las parejas campeonas fueron cuatro. En todos los casos, los parámetros de competencia son los del baile de salón (estilo social del tango, a diferencia del más espectacular de escenario).
Fue difícil elegir a una pareja favorita. En cada categoría había una decena de parejas que deleitaban la vista por la gracia de sus movimientos. Contrariando la teoría de que la experiencia pesa más que la juventud, en la categoría Adultos (de 18 a 39 años) pareció darse mejor nivel de baile que en la categoría Senior (de más de 40 años), acaso por la reticencia de muchos bailarines mayores a competir en lo que para suelen ver como una actividad no competitiva. Asimismo, dio la sensación de que tanto en tango como en milonga hubo mejor nivel que en vals.
La composición de las parejas tuvo este año varias particularidades. Por un lado, hubo bailarines que compitieron en varias categorías, en algunos casos con diferentes parejas. Hubo competidores que en cada categoría representaron a diferentes milongas, lo cual se explica por la posibilidad que otorga el reglamento de anotarse en diferentes rondas clasificatorias. Y, lo más curioso, varias parejas estuvieron integradas total o parcialmente por extranjeros. El reglamento sólo exige que al menos uno de los miembros de la pareja sea nativo o residente de la ciudad.
Como viene ocurriendo en estas competencias, cada pareja debe bailar una tanda de tres temas musicales elegidos por las autoridades y que los participantes no conocen de antemano. En esos tres temas suele haber una grabación con predominio de la melodía, otra más claramente rítmica y una tercera de índole mixta o compleja. Ejemplos: una de las tandas de tango Senior se disputó con temas interpretados por las formaciones de Alfredo De Ángelis, Juan D'Arienzo y Aníbal Troilo. La siguiente se bailó con temas por Osvaldo Fresedo, Juan D'Arienzo y Aníbal Troilo. En adultos una de las tandas bailó con Osvaldo Fresedo, de nuevo D'Arienzo y Lisandro Adróver. El objetivo de esta tríada es ver cuán dúctiles son los bailarines ante diferentes estilos de música. Bailaron en grupos de entre 6 y 8 parejas para permitir una observación lo más abarcativa posible por parte del jurado de expertos, integrado esta vez por Sergio Cortazzo, Johana Copes, Carlos Bórquez, Nélida Rodríguez, Silvia Toscano, Zoraida Fontclara y Osvaldo Natucci.
Entre una categoría y otra, los campeones metropolitanos 2008 (Sosa y Nacucchio) ofrecieron deslumbrantes exhibiciones de tango, milonga y vals, en la mayoría de los casos siguiendo la música en vivo de la orquesta Color Tango dirigida por Roberto Álvarez.
El suspenso que el presentador imprimió a la ceremonia de premiación se distendió recién cuando anunció a los campeones: Néstor Castillo y Mónica Ponce (Tango Senior), Jorge Mariño y Sara Parnigoni (Tango Adultos) y Cristian Sosa y Lida Mantovani (bicampeones en Milonga y Vals). Las parejas campeonas en tango clasificaron para la final del Mundial y recibirán un premio de $10.000 cada una. Las parejas ubicadas entre el 2º y el 4º puesto en ambas categorías de tango quedaron clasificadas para la semifinal del Mundial. Sosa y Mantovani recibirán los dos premios de $6000 previstos para los ganadores de milonga y vals. Por el momento, estas categorías no tienen continuidad en el Mundial. Las parejas coronadas fueron elegidas así como las mejores de las 605 que participaron de la competencia.
En un cierre muy emotivo, lleno de expectativas colmadas, frustradas y parcialmente satisfechas, las tres parejas campeonas bailaron la música en vivo de Color Tango, esta vez con la voz de su joven cantor Roberto Decarré. Afuera esperaba de nuevo el frío y la lluvia, como para calmar los ánimos más exaltados.
Entre una categoría y otra, los campeones metropolitanos 2008 (Sosa y Nacucchio) ofrecieron deslumbrantes exhibiciones de tango, milonga y vals, en la mayoría de los casos siguiendo la música en vivo de la orquesta Color Tango dirigida por Roberto Álvarez.
El suspenso que el presentador imprimió a la ceremonia de premiación se distendió recién cuando anunció a los campeones: Néstor Castillo y Mónica Ponce (Tango Senior), Jorge Mariño y Sara Parnigoni (Tango Adultos) y Cristian Sosa y Lida Mantovani (bicampeones en Milonga y Vals). |
PERFIL DE LOS CAMPEONES
Néstor Castillo (52) y Mónica Ponce (44), los campeones de tango categoría Senior, viven en Monte Grande pero son oriundos de Floresta y de Balvanera, respectivamente. Empezaron bailando en centros culturales municipales del barrio de Saavedra. Ella empezó bailando clásico y danzas españolas; él, haciendo tap. Son bailarines aficionados que recién en los últimos dos años empezaron a trabajar con el tango. Bailan en Esquina Osvaldo Pugliese y esporádicamente en Esquina Homero Manzi, locales distantes apenas 100 metros en el barrio porteño de Boedo. Vienen bailando tango juntos desde hace 16 años. Según cuentan, no se prepararon especialmente para la competencia. "Bailamos como lo hacemos siempre en la pista, nada más", aseguró ella.. Fue la primera vez que participaron en un campeonato.
Damián Mariño (25) y Sara Parnigoni (31), coronados en la categoría tango Adultos, constituyen una pareja internacional: él es de Isidro Casanova, provincia de Buenos Aires; ella, italiana de Varese. Hace dos años y medio que bailan juntos. Damián es un bailarín precoz (practica tango desde los 13) y ya había salido 5º con Sara en el último Mundial. Vive del tango dando clases y shows pero además estudia kinesiología. Sara se radicó en la Argentina para mamar el tango en su fuente de origen. Juntos trabajan en el restaurant-concert Complejo Tango. "Detrás de esos tres minutos hay mucho sacrificio –asegura Mariño–. Esto viene de practicar durante horas y horas, de estudiar mucho los movimientos". A la hora de mencionar maestros entrenadores, afirma: "Mario Morales y Carlos Pérez fueron los maestros que más influyeron en nuestro estilo".
Cristian Sosa (22) y Lida Mantovani (29) fueron los más efusivos para festejar. Más allá de los temperamentos personales que nos hace a todos diferentes, la euforia puede explicarse además por el hecho de que hace sólo un mes que bailan juntos y por las dificultades que tuvieron para acceder a la final. Si bien ellos también se prepararon con Pérez y Morales (a esta altura expertos entrenadores de campeones), habían quedado eliminados en las dos primeras rondas clasificatorias en que se presentaron. Recién la tercera fue la vencida que les permitió acceder a la final. Residentes en Longchamps (partido de Almirante Brown), él y en Almagro, ella, ambos son bailarines profesionales. Hace apenas un par de años que Cristian dejó del todo sus changas como ayudante de albañilería para dedicarse de lleno al tango, en tanto Lida acredita un 7º puesto en el Mundial 2007 con otro compañero. |
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Las parejas campeonas en tango clasificaron para la final del Mundial y recibirán un premio de $10.000 cada una. Las parejas ubicadas entre el 2º y el 4º puesto en ambas categorías de tango quedaron clasificadas para la semifinal del Mundial. Sosa y Mantovani recibirán los dos premios de $6000 previstos para los ganadores de milonga y vals. Por el momento, estas categorías no tienen continuidad en el Mundial. Las parejas coronadas fueron elegidas así como las mejores de las 605 que participaron de la competencia.
En un cierre muy emotivo, lleno de expectativas colmadas, frustradas y parcialmente satisfechas, las tres parejas campeonas bailaron la música en vivo de Color Tango, esta vez con la voz de su joven cantor Roberto Decarré. Afuera esperaba de nuevo el frío y la lluvia, como para calmar los ánimos más exaltados. |