En su columna habitual en Fractura, Diego Boris recalcó los avances realizados de cara al comienzo formal de las actividades del Instituto Nacional de la Música y destacó el impulso que ha tomado el flamante órgano de fomento tras la creación del Ministerio de Cultura de la Nación.

Boris expresó la satisfacción por el nuevo Ministerio de Cultura y explicó que  el INAMU, que si bien es un ente público no estatal, reconoce que hay un nuevo organismo de cultura que puede contenerlo, y mucho más con la ministra de cultura Teresa Parodi. La designación es una alegría por la jerarquización que se le ha dado a la cultura, y también por la expectativas  que genera Teresa para realizar las tareas que necesitamos los artistas".

En relación a la puesta en funciones del Instituto Nacional de la Música, Boris explicó que “con el ascenso de rango de Secretaría a Ministerio, se está avanzando mucho más rápido de lo que pensábamos que íbamos a avanzar en la situación anterior. La ley nos pide que haya una sede por región cultural, pero con el presupuesto asignado, lograr esa meta nos iba a costar un par de años. El país está dividido en seis regiones y pensábamos abrir esas seis sedes en dos años, pero hoy planificamos cerrar este año con diez sedes, en articulación con algunas casas del Bicentenario que hay en algunas provincias, que de manera coordinada nos solucionan el alcance federal. La articulación con el Ministerio y la acción directa de Teresa Parodi va a permitir avanzar mucho más rápido y federalizar el fomento en un tiempo mucho más acotado que el que podíamos pretender”.


Aplicación del artículo 65 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

Desde finales del año pasado, las entidades que agrupan a los músicos independientes, discográficas y medios se vienen reuniendo en el AFSCA para implementar la aplicación del artículo que regula la difusión de contenidos y que exige la programación de una cuota de música nacional, que a la vez incluye un porcentaje de música independiente.

La fiscalización, en lugar de buscar una sanción recaudatoria y punitiva, persigue un fin de estímulo y adaptación al nuevo esquema, que llevará un tiempo de aprendizaje sobre los protocolos que identifican a la música, para ser encuadrada de manera adecuada y reconocida por los softwares que analizan los porcentajes.

“Hubo tres meses de prueba de diciembre a febrero que se extendió hasta abril y en el caso de la música independiente, el registro de emisión en diciembre de 2013 era del 0,5 por ciento y en mayo de 2014 llegamos al 3,5 por ciento. Si bien estamos lejos del 15 por ciento que pide la ley, podemos decir que hubo un crecimiento muy grande”.