20 años del CAFF: un espacio que revitalizó la cultura del tango

El 1 de mayo de 2004 nacía el CAFF. Esas son las siglas del Club Atlético Fernández Fierro, un espacio que, a lo largo de 20 años, logró consolidarse en la escena porteña como uno de los lugares emblemáticos por donde pasa el tango de estos tiempos.

Aquel primer día de mayo, el galpón que funcionaba como taller mecánico era oficialmente inaugurado como espacio cultural por una joven orquesta, la Fernández Fierro, que «sin dudas y con firmeza» empujaba el límite de lo que hasta entonces se escuchaba y se veía -y se hacía- en el tango.

Por el CAFF circularon y continúan pasando gran parte de las expresiones que han revitalizado al tango. Su puesta en marcha fue uno de los impulsos que requirió el tango para renovar su público. Su presencia en aquellos inicios del siglo XXI sirvió también como referencia para la construcción de otros espacios de música creados por orquestas de tango. Todo estaba naciendo.

«En el CAFF las bandas y artistas pueden sentirse respaldados»

Con importantes logros, diversas etapas de cambio y también con adversidades que, en ocasiones, pusieron en peligro su continuidad, los 20 años del CAFF reafirman su legado indiscutido dentro de la cultura independiente. Tango y acción cultural por y para los artistas.

Una noche especial por los 20 años del CAFF

El miércoles 1 de mayo, desde las 19, el Club Atlético Fernández Fierro celebrará sus dos décadas de vida con un encuentro especial que incluirá un show de la Fernández Fierro junto a una variedad de invitados que compartirán el escenario de Sánchez de Bustamante 772.

Además de la Fierro, estarán Sofía Viola, Nati Lagos, Cucuza, Dema, Pablo Bernaba, Dúo Seren-Huillier, Dúo Castelo-Sensottera, Juan Pablo Fernández, Juan Pablo Gambarini, Dúo Pedretti-Bergesio, Ariel Prat, Álex Musatov y Ezequiel Jusid (Arbolito), entre otros, en una noche que servirá para fortalecer el extenso camino de trabajo y compromiso con el tango.

«La prioridad está puesta en acoger especialmente a bandas independientes, brindándoles la posibilidad de tener un lugar dentro de la escena musical local sin obstáculos ni dependencia de productores», dicen los impulsores de la sala porteña. Y concluyen: «En el CAFF las bandas y artistas pueden sentirse respaldados».