La Empoderada Orquesta Atípica: “El deseo de la mujer nunca está puesto en escena”

La Empoderada es la primera orquesta atípica de tango conformada exclusivamente por mujeres. Un proyecto cooperativo y autogestivo impulsado a partir de dos ejes: el musical y el de los principios y reclamos del movimiento feminista.

En cuanto a lo musical, la orquesta traza un camino de arreglos propios -de autores nuevos y usados- y la incorporación de algunos instrumentos no tan tradicionales en las formaciones clásicas como la flauta traversa, la guitarra, el clarinete y el clarinete bajo.

En lo que refiere al género, La Empoderada avanza en sintonía con el crecimiento de los espacios feministas en la Argentina.

«El deseo de generar una producción musical atravesada por la subjetividad de la mujer, teniendo en cuenta sus diversas identidades alejadas de los roles establecidos dentro de este estilo musical», comentan desde la orquesta integrada por más de 30 músicas.

Fractura Expuesta conversó con Pamela Victoriano, violinista y directora de La Empoderada.

¿Cuáles son los roles establecidos y estereotipos que el tango promovió en relación a la mujer?

En realidad, el promotor de los roles y estereotipos no creemos que sea el tango. Es un sistema que va más allá de la música. Es decir, los roles de dominador y dominado, el que lleva y el que se deja llevar. Eso está en la sociedad como algo establecido. El tango solo refleja la realidad de nuestro alrededor y hoy nosotras tenemos ganas de utilizar ese canal para expresar nuestro pensar y nuestro sentir.

¿Qué elementos reconfigura y aporta la mirada femenina en esta expresión cultural?

Nos gusta pensar que aportamos una nueva mirada antipatriarcal, específicamente nosotras, como orquesta. Otra de las cosas que tenemos muchas ganas de aportar es más mujeres arriba del escenario haciendo y desarrollando el tango.

¿Cómo impacta la presencia de la orquesta en el ámbito del tango, un espacio que, en algunos círculos, tiene un alto componente de machismo?

Hasta ahora impacta muchísimo más de lo que imaginamos antes de empezar a tocar. Siempre muy positivamente. Estamos muy felices porque sentimos que este espacio que nos hicimos lo hacemos por una gran necesidad que nos salió por los poros y sentimos muchísimo cariño, respeto y apoyo tanto de colegas como del público que nos ve. La gente suele emocionarse hasta las lágrimas en nuestros shows porque el contenido que llevamos es realista y la realidad que vivimos las mujeres es muy dura.

Pamela Victoriano: «No estamos interesadas en agredir más que a la desigualdad y a la injusticia ejercida hacia nosotras».

¿En qué rama del tango la desigualdad de género es más profunda? ¿En el baile, en la música, en la poesía?

Desconozco en las demás artes pero dentro de la música te puedo asegurar que en los roles donde hay menos mujeres es en la dirección y los arreglos. Estamos intentando desde La Empoderada armar nuestro grupito de arregladoras y fomentar que se sumen nuevas. No es casualidad que los roles que tienen que ver con el pensamiento, la creatividad y el intelecto sean los que las mujeres menos nos animamos a transitar, porque son los que más se nos negaron.

¿En qué consiste la red de Orquestas de Mujeres?

Es un proyecto que nació en enero y que reúne a una cantidad imponente de mujeres que explotaron de ganas de construir juntas un espacio de libertad en donde los derechos sean iguales para todas. En este momento hay tres orquestas funcionando que son La Empoderada Orquesta Atípica, Sisters Side Big Band y La Suculenta Orquesta de Folklore.

Foto: Gabriela Cardu

Hay una posición que sostiene que, en realidad, lo que se manifiesta en la figura prototípica del hombre del tango es, más que su deseo y su acción, la puesta en escena del deseo de la mujer (la mina que se pianta, Tita Merello hablándole al «gilito embanderado» o en «Muchacho rana».) ¿Coinciden con esa posición?

Creemos que el deseo de la mujer nunca está puesto en escena y esto es una realidad, no una apreciación nuestra. También estamos en proceso de deconstrucción nosotras mismas que nacimos y crecimos en un sistema patriarcal y, por lo menos desde nuestro lugar, no venimos a agredir sino a construir. Hay un estereotipo de mujer loca, sacada, agresiva, que es absolutamente funcional al sistema y deja tácita la idea de que es algo que no tiene un fundamento coherente. Imagino que si a cualquiera lo quieren oprimir, abusar y violar constantemente desde que nace, cuando llega a tener un poco de conciencia de lo que está pasando no pide con paciencia y tranquilidad que dejen de molestar.

Es interesante analizar la letra de “Muchacho rana” porque pareciera que la mujer está en un lugar liberador cuando agrede. De hecho, la letra de ese tema es absolutamente machista. Por ejemplo, cuando ella le dice a él que se peine como un hombre. El hecho de que la mujer hable así le da aire superador y libre pero es totalmente errado. Por éste y otros motivos nuestro lugar, si bien es de lucha, es una lucha a favor nuestro, una lucha que nos une y nos multiplica, como dice uno de los textos que se leen en nuestro espectáculo. No estamos interesadas en agredir más que a la desigualdad y a la injusticia ejercida hacia nosotras.

El tango tiene su trayecto y cuestiones que eran transgresoras antes y podían llegar a ser catalogadas como feministas. Hoy por suerte a esas cuestiones las podemos ver y tomar como parte de la historia pero entendemos mejor que no era tan así como parecía.