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Proponen crear el Instituto Nacional del Tango
Una iniciativa que busca desarrollar toda la actividad vinculada al sector.
A través de un proyecto de ley, presentado en la Cámara de Diputados hace pocos días, distintas organizaciones que nuclean a artistas y hacedores anunciaron una iniciativa para avanzar en la creación del Instituto Nacional del Tango (INTANGO).
Bajo la premisa de construir un “ente público no estatal”– en el ámbito del Ministerio de Cultura de la Nación- el texto impulsa un instituto que tiene como objeto “la promoción, protección, fomento y difusión integral de la actividad vinculada al tango en todo el territorio de la República Argentina y su exportación, teniendo en cuenta el reconocimiento del tango como industria cultural”.
Para ello, la iniciativa estipula diversas acciones de fortalecimiento y desarrollo como convocatorias, programas, la elaboración de un “Registro Nacional de los/as trabajadores/as del tango”, instancias de formación y perfeccionamiento, la promoción del tango como industria cultural de exportación y su inclusión en la educación.
¿Quién lo dirige?
Según los impulsores, como la Asamblea Federal de Trabajadores/as del Tango (AFTT) y la Asociación de Creadorxs e Intérpretes de Tango (ACIT), entre otras organizaciones, el instituto será conducido y administrado por un directorio, un consejo ejecutivo, un consejo federal y seis consejos regionales.
En lo referido al directorio, el proyecto de ley indica que estará integrado “por un/a director/a ejecutivo/a, un/a vicedirector y un/a director/a administrativo/a que serán designados y removidos por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta del consejo federal refrendado por el Consejo Federal de Cultura». Su mandato, se estipula, será por un período de tres años no renovable.
En lo que hace al consejo ejecutivo, allí se prevé la participación de siete miembros del consejo federal, «dos correspondientes a representantes de la música, dos representantes de la danza, dos representantes de la organización de milongas y eventos y un representante de la comunicación (generación, producción y difusión de contenidos e información) de la actividad”. Estos integrantes “serán designados por el directorio a propuesta del consejo federal y su mandato es por un periodo de tres años no renovable”.
¿Cómo se financia?
Otro de los puntos importantes radica en el financiamiento. Los impulsores del proyecto sostuvieron que se pretende crear un instituto “con estructura mínima y eficaz” y cargos ad honorem. En tal sentido, quienes motorizan el organismo, indicaron que buscan que la aprobación no se estanque en cuestiones presupuestarias.
Según el proyecto, el espacio se sostendrá a través de un fondo de financiamiento que tendrá distintas alternativas de ingresos como la recaudación de tasas -a crearse a los efectos de aprobado el proyecto- subsidios y contribuciones, aportes, fondos y recursos provenientes de servicios prestados y la comercialización de actividades y espacios de publicidad, entre otras.
Con el antecedente de otra ley de menor caudal de acción en materia de impacto y fomento –la ley 23980 que creó en 1991 un Instituto Nacional del Tango– la nueva propuesta parece establecer otro marco general, mejor adaptado a las necesidades y demandas de la comunidad tanguera. Quedan ahora, tras la presentación, varios pasos por recorrer y una enorme tarea a la hora de dar vida a un organismo que garantice fehacientemente la jerarquización del trabajo y los trabajadores del tango.
