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Un estudio indica que casi el 60% de las personas trabajadoras del tango percibe ingresos menores a 25 mil pesos

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Un estudio indica que casi el 60% de las personas trabajadoras del tango percibe ingresos menores a 25 mil pesos

Una investigación profundiza en las condiciones socioprofesionales, laborales y organizacionales del sector del tango en la Argentina.

El tango es una de las expresiones del patrimonio nacional con mayor reconocimiento y posicionamiento cultural. Sin embargo, la realidad económica de las personas que conforman ese sector laboral parece desplegarse a contramano del mencionado status.

Es lo que revela un reciente estudio cuantitativo que, en base a una encuesta nacional a trabajadores y profesionales, estima que “más de la mitad (59,1%) ha percibido ingresos menores a $ 25.000 mensuales durante 2019”. Cabe recordar que en 2020 –tramo que también aborda la investigación- la pandemia agravó los problemas de trabajo y sostenimiento del sector.

«En líneas generales las condiciones laborales son malas (28,6%) o regulares (61,5%). Solamente para el 9,9% son buenas».

Si bien el número medido a 2022 de los ingresos podría tener variables ascendentes –de acuerdo a la modificación acumulada del Coeficiente de Variación de Salarios- la investigación remarca que “las condiciones laborales son precarias e inestables”.

En sintonía, agrega: “La mayoría ha indicado que desarrolla su trabajo de manera informal (51,8 %) o no remunerada (12%)”, señala el estudio titulado Estado de situación del tango en la Argentina 2020 elaborado por Matías Zarlenga, Agustina Coloma y Hernán Morel.

Frente a ese preocupante panorama, el trabajo agrega en sus conclusiones que “en lo que respecta a los derechos laborales, la situación es igualmente precaria”. Y menciona: “La mayoría de las personas encuestadas no cuenta con cobertura médica (69,2%) ni con seguro de riesgos de trabajo (82,3%) y tampoco realiza aportes jubilatorios relacionados con la actividad (75,7%). En líneas generales las condiciones laborales son malas (28,6%) o regulares (61,5%). Solamente para el 9,9% son buenas”.

La investigación fue elaborada entre mayo de 2020 y diciembre de 2021.

Otro de los datos significativos del reporte -basado en la Encuesta Federal de Trabajadores del Tango impulsada por la Asamblea Federal de Trabajadores del Tango (AFTT)- remite a la desconexión entre el alto grado de nivel educativo de quienes trabajan en el sector y su escasa relación con los ingresos. “Un conjunto de personas trabajadoras y profesionales con un nivel educativo alto, formados y con credenciales, pero que desarrollan su actividad en condiciones informales, precarias y con baja remuneración”, remarcan los investigadores.

«El 80% sostiene haber sufrido violencia laboral por motivos de género. Dentro de esa proporción, el 85% son mujeres»

A través de un extenso y profundo procesamiento de los datos de la encuesta que respondieron más de 2400 personas y más de 1400 organizaciones de distintas regiones del país, el material da cuenta de, al menos, dos aspectos relevantes a tener en cuenta junto con el escenario laboral. Por un lado, el papel y la acción del Estado en el sector y, por otro, la cuestión de la violencia laboral y la instancia de género.

El 80% sostiene haber sufrido violencia laboral por motivos de género. Dentro de esa proporción, el 85% son mujeres”, alerta el informe que describe además una segmentación equilibrada entre varones y mujeres que componen el ámbito tanguero. “En general, se observó una distribución de varones y mujeres cercana al 50/50: 53% de varones y 46% de mujeres, con un número muy pequeño de otras identidades (0,1%)”, indica.

Por su parte, la presencia y acción estatal en materia de desarrollo aparece encuadrada como “ayuda coyuntural”. Aunque se destaca la asistencia durante la pandemia, el estudio apunta que en lo específico de la labor “tan solo el 8% afirmó haber recibido algún tipo de ayuda o subsidio estatal para el desarrollo de sus actividades, concentrándose estos en CABA (60%) y la región Centro (32,2%)”.

Y concluye: “Si se considera la precariedad de la situación laboral de las personas trabajadoras del tango y la fragilidad de las organizaciones de tango, resulta necesaria una política pública cultural sectorial y federal que, a través de distintos mecanismos de transferencia, permita el desarrollo de la actividad del tango en su conjunto en todas las regiones del país”.

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