“Que dialoguen las músicas, de igual a igual”, dice Pablo Bernaba sobre Cruces Urbanos, el nuevo disco del Quinteto Negro La Boca en donde el tango tiende un largo puente hacia estilos como el rock, el chamamé, la cumbia, el blues y hacia una porción de sus referentes más notorios.

“Hay una disputa por la apropiación del tango. Viene desde Canaro-De Caro”, sitúa Bernaba a una música que se ha cruzado en diversas amalgamas. Tal vez, la más llamativa de los últimos años sea la de “tango electrónico”, que el quinteto descarta en su repertorio. El disco del QNLB excede la mezcla y el hibridaje para proponer una retroalimentación más perdurable y vital entre los estilos populares.

Ricardo Tapia, de La Mississippi, forma parte de la extensa lista de invitados que contiene Cruces Urbanos y explica: “El tango tiene destino de folklore, es decir, tener influencias y jugar con esas cosas. Es un agujero negro de arte. Es esa capacidad de asociarse con otras músicas y crecer a través de ellas pero nunca dejar de ser lo que es”. “Es como el peronismo, el tango es un movimiento”, remata Bernaba.

El 11 de mayo, en La Trastienda, será el concierto de presentación oficial del disco. Un material de amplio espectro sonoro y rítmico que sorprende con las versiones de temas como “Nunca me faltes” de Antonio Ríos, “Ya no sos igual” de 2 Minutos o “Piso de madera” de La Mississippi.

“El tango es un gran abanico”, concluye Bernaba y agrega sobre las pretensiones de cerrar sus fronteras: “Es una discusión que atrasa años”.

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