El escritor y ensayista Matías Mauricio recita «Vuelve el tango», de Jorge «Alorsa» Pandelucos, el recordado cantautor de La Guardia Hereje.
Un texto representativo para los nuevos protagonistas del tango que aparece ahora musicalizado con la ejecución de uno de los bandoneones que perteneció a Aníbal Troilo, a cargo de Cindy Harcha.
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Vuelve el tango
Me leyó una gitana en la borra del café que vuelve el tango
Una ambulancia prende la sirena de las pizzas y los malabaristas de luz roja apuran el mangazo Una pareja se jura al celular las dos horas de trampa en algún telo Y alguien solo en una pieza busca en el diario el delivery de trolas… vuelve el tango
Y que vuelva nomás, si está en su casa Bienvenida de mates y gorriones, bienvenida de vinos y de farra Por su primer amor que fue milonga De su primer amor que fue guitarra
Lo habían apoliyado tenores engolados Lo encerraron en museos repetidos, en telarañas de sombras de versiones Los que quisieron salvarse con Carlitos, con el Gordo, con el Tano Lo hicieron tan cornudo que aburrieron, lo exportaron, le llenaron de sellos el pasaporte Lo pisotearon atléticos bailarines que saltaban demasiado A él, que nació maldito y malparido en pesebres de patios y quilombos, Lo crucificaron en la resurrección de cumparsitas
Señores, vuelve el tango, muzzarella y sin barullo A reclamar de nuevo lo que es suyo En plena juventud de sus 100 años, vestido de bacán y en zapatillas Se dejó el funyi viejo para que no vayan a creer que da vergüenza Se arrancó el quincho zanahoria, la biyú de lunfardos oxidados, Se sopló las frituras de la solapa y se vino, en bondi Lo acompañan musiqueros a la gorra, un coro de diarieros y de pibes, De choborras, de chorros de autopartes Dicen que se fue del barrio, cuando?…siga, siga!…y la pelota no se mancha Vuelve el tango, y que bufen los eunucos!
Me leyó una gitana en la borra del café que vuelve el tango Se escapó de enredadas partituras Los que no lo conocen lo pedían Alguien lo dio por muerto, qué locura! si era siesta, nomás, La que dormía.