No es la primera vez que el movimiento tanguero proclama “El tango no se clausura”. Sin embargo, lo que ayer era un estado constante de alerta hoy se convirtió en emergencia.

El incremento de tarifas en servicios públicos, el aumento de costos, las clausuras y el estancamiento, denunciado por distintos gestores culturales, en el avance de herramientas legislativas, puso a las milongas y a espacios vinculados al tango en una situación crítica.

En ese panorama, el colectivo El Tango No Se Clausura, con un amplio respaldo de milongueros, organizadores y otros actores del sector, convocó a una milonga en el obelisco que se llevará a cabo este viernes desde las 19. Allí, con baile al aire libre manifestarán “la preocupación ante la sostenida persecución, clausura y descuido de los espacios donde el tango se desarrolla, particularmente las milongas”.

En un documento elaborado recientemente, los integrantes del colectivo explicaron que “las milongas nuevas se ven obligadas a funcionar bajo formatos clandestinos –por falta de adecuación normativa- las milongas en espacios públicos ven constantemente amenazada su continuidad y las milongas formales están asfixiadas por las presiones tarifarias en un contexto económico recesivo”.

El Tango No Se Clausura dio a conocer además distintos puntos de reclamo ante el Estado porteño con el objetivo de revertir la situación actual que transitan las milongas. Esos puntos son:

– Que cesen las clausuras arbitrarias y se levanten las clausuras vigentes sobre los espacios culturales, particularmente aquellos relacionados con el tango.

– Que el Estado modifique la legislación de habilitaciones atendiendo a la realidad del hecho social cultural, particularmente la milonga, teniendo en cuenta sus diversidades y acompañando a los espacios para lograr su adecuación sin interrumpir las actividades arbitrariamente.

– Que el Estado vele particularmente por la preservación y continuidad de los espacios históricos del tango y la cultura, parte fundamental de su patrimonio simbólico.

– Que el Estado fomente, promueva y acompañe la difusión y práctica del tango en todas sus formas en todo el territorio de la ciudad. En ese sentido, exigimos el acompañamiento a las instituciones educativas artísticas, formales y no formales, semillero de profesionales de la música, la danza, el teatro entre otros, actores sociales en general que mantienen viva nuestra tradición cultural.