TrasCartón lanzó su nuevo disco, Paisaje codificado, un material que continua el trayecto de las composiciones propias -inaugurado en su primera producción La suite del barrio, La lengua del malón- y que vuelve a inspirarse en el terruño de Avellaneda, la ciudad del sur del conurbano bonaerense de donde proviene el sexteto.

Paisaje codificado podría organizarse como un sistema. Una estructura de distintos niveles que componen diferentes capas de sentidos y sonidos. Un armado edificado sobre un núcleo sólido de fuerte expresividad y experimentación y dos anillos circundantes que protegen a ese centro valioso.

El núcleo lo componen precisamente dos de las piezas de Nicolás Casares, guitarrista, arreglador y director de TrasCartón. “Siete puentes” y Viaducto” son las obras nodales, los centros de referencia en materia expresiva que tiene Paisaje codificado. Dos composiciones instrumentales que abrigan el territorio y lo construyen, con la irreductible capacidad de la música para crear mundos. Allí, en ese espacio, TrasCartón realiza un aporte importante que encierra una semilla personal y proyecta al grupo en una mirada “hacia adelante”.

Paisaje codificado, de TrasCartón.

Luego, el primer anillo circundante de aquel núcleo. El anillo más cercano al centro expresivo en el que se abren paso tangos como “Noche de milonga… en Avellaneda” (Casares) o “Lo que el viento se llevó” (Casares-Goicoechea) que buscan un equilibrio entre lo clásico y lo contemporáneo, entre el baile y la escucha de concierto.

Finalmente, el anillo exterior en donde se despliegan las interpretaciones de “Mi luna” (Olmedo-Bayardo), “Dominguera” (Julián Plaza), “El marne” (Eduado Arolas) o “Silbando” (Piana-González Castillo), obras que históricamente sirven para indagar en lo estilístico y que, en el disco, apelan a revitalizar esa materia prima insoslayable de melodía y ritmo que dejaron los capos del tango.

Paisaje codificado indaga, experimenta, avanza y, a la vez, emula y retoma algunas sendas valiosas. De todas esas vertientes que contiene el disco, la de mayor espesura, si de codificar un paisaje se trata, parece ser la de la experimentación.