El 10 de marzo de 1936, en Montevideo nacía el cantante, poeta, compositor, escritor y periodista Alfredo Zitarrosa, considerado una de las figuras más destacadas de la música popular uruguaya, y uno de los más grandes de América Latina.

En Fractura Expuesta Radio Tango recordamos su historia charlando con Cristina Zitarrosa, su hermana catorce años menor: “A mí me hace falta Alfredo. Era un imprescindible, uno nunca termina de hacer el duelo. Solemos no conmemorar el día de su muerte, siempre lo recordamos en marzo o en abril, siempre tratamos de traer su nacimiento”, contó.

Compartimos algunos de los testimonios Cristina, el día en que Zitarrosa hubiera cumplido 80 años.

La infancia

“Los más importantes hechos de mi infancia juntos comenzaron con la lectura de libros. Tenía en una buhardilla, en una pensión donde alquilaba mi mamá, con dos bibliotecas llenas de libros. Él me decía, ‘Cristina, esto es tuyo’. Lo primero que me dio para leer fue ‘Platero y Yo’. Después fueron experiencias inolvidables como ir a ver al Che, cuando visitó Uruguay. Yo era como su mascota, iba a todos lados con él. Recuerdo de aquel día una gran corrida, la balacera, hubo un muerto, no lo olvidaré nunca”.

El exilio

“Hablarle de la utilidad de su figura en el exilio fue la manera de convencerlo para que salga de Uruguay. Él no quería irse, necesitaba estar en su país. El militaba en el Partido Comunista Uruguayo, era un comunista confeso, todo el mundo lo sabía, y lo iban a meter preso. Acá ya no podía cantar, no podía hablar, tenía que estar adentro de su casa. Lo convencimos para que se fuera a salvo y recorra el mundo evidenciando a la dictadura. Fue el último artista uruguayo que se fue y fue el primero en regresar. Se fue siendo un militante orgánico y volvió como militante orgánico, nunca fue un ‘anarco’, como quien dice”.

La personalidad

“Alfredo era un tipo tímido, introspectivo, profundo, muy observador. Por razones económicas eligió cantar, porque pensaba que como locutor no iba a tener futuro. Los años, el exilio, le fueron dando un humor difícil. No era un duro, él era un cristal, cada día se iba haciendo más sensible. Un tipo tierno, muy querido por sus amigos. Yo transcurrí su tiempo hasta el exilio y tenía un carácter fuerte, pero siempre con una gran ternura. Amaba a los niños, la naturaleza, todo le interesaba”.

El podcast con la entrevista completa contiene más anécdotas de la adolescencia de Alfredo, la vida entre Montevideo y Buenos Aires, la militancia, la historia de la calavera Josefina, las influencias musicales de Zitarrosa, y el libro que Cristina preparará para editar con cuentos e historias de amigos de cuando Alfredo aun no era famoso.